Control de la Coccidiosis

Para el control de esta enfermedad la prevención resulta ser una de las armas más eficaces. La estricta observanza de las normas de bioseguridad junta a buenas condiciones higiénicas en la granja, son la base para el control eficaz de la coccidiosis.

Sin embargo, en curso de los últimos 50 años se han desarrollado diferentes técnicas específicas para la lucha contra este parásito.

Anticoccidiales

El primer método que se utilizo fue farmacologíco con el utilizo de dos tipos diferentes de anticoccidiales: los químicos y los ionoforos. Mientras el sistema de acción de los primeros intenta limitar el desarrollo del parásito dentro de las células epiteliales, los ionoforos limitan la motilidad del parásito cuando, antes del ingreso en las células, se encuentra libre en el intestino. Para cumplir con sus efectos los ionoforos necesitan niveles de concentración bien específico en el animal, hecho no siempre posible por las limitaciones legales de este producto.

Sin embargo en el curso del tiempo, el utilizo incontrolado de estos fármacos ha causado el surgir del fenómeno de una resistencia por parte del parásito. Una emergencia que ha obligado las industrias avícolas al estudio de nuevos métodos para una aplicación más racional. Se desarrollaron estrictas normas de utilizo, como por ejemplo la introducción de un solo producto a la vez, o utilizando la rotación de distintos principios activos en la succession de las diferentes producciones. Sin embargo estos actos representan acciones temporales siendo imposible solucionar el fenómeno de la farmacoresistencia.

Otro factor en contra al uso de los productos químico está relacionado al problema de los residuos en la carne y huevos que producen las aves tratadas con estos productos. Cabe recordar ademas que muchas de estas substancias son incompatibles con otros fármacos utilizados en la producción avícola (por ejemplo, con tiamulina y algunos otros antibióticos) y resultan ser tóxicos para algunas especies animales. En algunos países, por ejemplo la Unión Europea, se han prohibido numerosas substancias anticoccidiales o se han modificado de manera restrictiva los tiempo de suspensión antes del sacrificio de los animales. La necesidad de alejarse de los quimioterapicos condujo al desarrollo de las vacunas contra la coccidiosis como medio natural y biológico para el control de la enfermedad.

Vacunas

Existen dos tipos de vacunas disponibles en el mercado: las vacunas vivas no atenuadas (virulentas) y vacunas vivas atenuadas.

Vivas no atenuadas
Son vacunas que contienen oocistes viva esporuladas de cepas no atenuadas de Eimeria. A través de la vacunación las aves entran en contacto con coccidios patógenos que se van sumando a lo que ya estan presente en el ambiente. Esta situacion puede resultar una mezcla peligrosa para la seguridad de la producción. Cada pequeña alteración del sistema inmunologico del animal se puede convertir en un brote de coccidiosis. Por lo tanto, con el fin de limitar la carga parasitaria en el ambiente, después de este tipo de vacunación el tratamiento con un fármaco anticoccidial es fuertemente recomendado por parte de las mismas empresas productoras de las vacunas.

Vacunas atenuadas
Las que contienen oocistes vivas esporulada de cepas atenuadas de Eimeria pertenecen a la segunda generación de vacunas contra la enfermedad.
Esta clase de fármacos resultan ser mucho más seguras debido al limitado poder patogenico de los parásitos en ellos contenidos.

Mientras los parasitos contenidos en las vacunas no atenuadas se van sumando a los parasitos ya presentes en el ambiente, en el caso de las vacunas atenuadas, ellos empiezan a competir par la sobrevivencia contra las especies de coccidios de campo. Gracias a esta característica lucha biologica el utilizo de las vacunas vivas atenuadas reduce sin duda el riesgo de un brote de coccidiosis en una granja y confiere a los animales una cobertura inmunitaria completa y duratura para todo el ciclo de producción.
Las vacunas LIVACOX® pertenecen a este grupo.